Gastronomia

La cocina maltesa es el resultado de una larga relación entre los Isleños y los muchos invasores que ocuparon las Islas Maltesas a lo largo de los siglos. Esta unión de sabores ha dado a Malta una mezcla muy particular de la cocina mediterránea. Aunque hay una mezcla de restaurantes de diferentes especialidades, muchos de ellos ofrecen o se especializan en platos locales, sirviendo sus propias versiones de las especialidades.

Bread and fresh produce on displayLa cocina tradicional maltesa es rústica y está basada en la temporada del año. Busque las siguientes especialidades: Pastel de Lampuki (pastel de pescado), Estofado de conejo, Bragioli (carne de buey con aceitunas), Kapunata (versión maltesa de pisto), y sopa de viudas, que incluye una pequeña porción de Gbejniet (queso de oveja o de cabra). En los mostradores de muchas tiendas que venden comida se puede ver un Bigilla, es decir un paté espeso de judías anchas con ajo. Esta comida, que hay que probar, se llama ‘hobz biz-zejt’ (rebanada de pan bañada en aceite de oliva, untada con tomates maduros y relleno con una mezcla de atún, cebolla, ajo, tomates y alcaparras) y pastizzi (un trozo de hojaldre con requesón o puré de guisantes).

Un viaje al mercado de pescado de Marsaxlokk cualquier domingo por la mañana le mostrará la variedad de peces que se pueden pescar en las aguas maltesas. Cuando la pesca sea abundante podrá encontrar Aljotta (sopa de pescado). Dependiendo de la estación, verá sponotta (lubina), dott (pez piedra), cerna (mero), dentici (dentón), sargu (pargos), y trill (salmonetes). El pez espada y el atún se pueden ver más tarde en su temporada, de principio a final de otoño, así como el famoso Lampuka, o dorado. Los pulpos y los calamares se utilizan muy a menudo para hacer ricos estofados y salsas para pasta.

Las exquisiteces favoritas como postre son: Kannoli (masa de pastelería frita y crujiente con requesón), postres al estilo siciliano semi-freddo (mezcla de bizcocho, helado, frutas escarchadas y nata) y Helwa tat-Tork (mezcla azucarada de almendras machacadas y enteras).

Puede que Malta no tenga tanta fama como la que tienen sus vecinos del Mediterráneo en cuanto a producción de vino, pero las cosechas de Malta obtienen buenos puestos en las competiciones internacionales, en Francia, Italia y en otros países.

Entre las variedades de uva que se cultivan en las Islas figuran Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Garnacha, Sauvignon Blanco, Chardonnay, Carignan, Chenin Blanco y Moscatel. Las cosechas autóctonas son Gellewza y Ghirghentina, que producen excelentes vinos con un cuerpo y un saber muy característicos.

Las principales bodegas organizan visitas guiadas y degustaciones. Dependiendo de la estación, las visitas cubren toda la producción, desde la fermentación inicial hasta el proceso de envejecimiento. También se visitan museos de la historia del vino y se pueden degustar y adquirir vinos de diferentes cosechas.