Acerca de la isla hermana

Esta isla, que rebosa paz y serenidad, es un lugar retirado y seguro. A ella se llega en alrededor de veinte minutos en ferry desde Malta, por lo que es fácil saltar de una a otra aun para las estancias más cortas.

Durante más de dos mil años, la vida en Gozo fue dura, ya que cuando las islas quedaron expuestas a las invasiones, Gozo no contaba con puntos de defensa o refugios naturales como Malta.

A lo largo de la Edad Media y bajo el gobierno de los Caballeros, Sarracenos y corsarios Bárbaros invadieron la isla en varias ocasiones. En 1551, los Sarracenos llevaron a cabo una invasión devastadora y se llevaron a casi toda la población como esclava.

La isla nunca llegó a recuperarse y permaneció subpoblada durante siglos, hasta que, con la llegada de los caballeros, la medieval Ciudadela (en Rabat, también llamada Victoria) se vio refortificada y los habitantes de Gozo empezaron a poblar el resto de la isla.

Gozo y sus gentes tienen caracteres e identidades muy diferentes. Las diferencias son más notables en los modos de vida, acentos y dialectos. Los malteses de Gozo son famosos por su recibimiento y amabilidad hacia los visitantes: se desvían de su camino para indicar una dirección, ayudan a los visitantes a encontrar su destino…

Las fiestas y los carnavales de Gozo también tienen un ambiente distinto a los de Malta. La localidad de Nadur celebra su carnaval con sentido del humor negro, al contrario que el resto de localidades, cuyos carnavales rebosan alegría.

La verdadera belleza de esta isla, aparte de su alucinante paisaje marítimo y su interior, reside en los pueblos. En ellos parece que no pasa el tiempo. Los ciudadanos de Gozo aprecian muchísimo la paz y sus pueblos son tranquilos, por lo que son una buena forma de desconectar del ajetreo cotidiano.

Los bares de los pueblos abren pronto para atender a los madrugadores y cierran entrada la noche para satisfacer las necesidades sociales de los visitantes y habitantes. Esto lleva siendo así mucho tiempo y el único signo de que el tiempo pasa son la comida y la bebida expuestas para su venta en robustas estanterías y las vidrieras eduardianas.

En Gozo, todos los caminos llevan a Victoria, también conocida como Rabat, que es la parte de la ciudadela fortificada que está ubicada en una cima.

Victoria no sólo es el centro geográfico de Gozo, sino también el centro de actividades diarias. Combina el bullicio de su mercado y sus tiendas, y un ambiente de relajación y relaciones sociales. Es un lugar fantástico para observar la vida diaria de los ciudadanos, sobre todo cuando el mercado de la plaza It-Tokk abre sus puertas al público.

La ciudad también tiene una vida cultural propia muy rica, con atracciones sorprendentes, como la ópera o las carreras de caballos en la calle principal el día de la «festa».

La isla dispone de una gran cantidad de restaurantes en los que se come bien y variado. Además de los restaurantes y cafeterías que ofrecen platos regionales y menús europeos, también se puede disfrutar de una buena comida, china o hindú, por ejemplo, en restaurantes temáticos.
En Rabat, Mgarr y los pueblos de pescadores Marsalforn y Xlendi, entre otros, abundan los restaurantes.

Por la noche se puede andar por la calle sin problemas. La sensación de seguridad que se tiene en esta ciudad es real y sus habitantes se sienten orgullosos de que no haya nunca atracos y prácticamente ningún robo.

Dónde alojarse

Para vivir las costumbres rurales, alquile una villa o una casona; para vivir el lujo, alquílela con piscina. Existen otros alojamientos, desde hoteles de lujo hasta apartamentos sin servicio de comedor. No tenga duda de que cualquier sitio que elija tendrá vistas al mar.