LOS ACANTILADOS DINGLI

Los acantilados Dingli son un paisaje impresionante, sobre todo si se contemplan desde el mar durante un crucero por las islas. Son la fortaleza natural de la isla, el baluarte que los caballeros no tuvieron que construir para protegerse. Desde la cima de los acantilados, si se mira hacia el oeste del pueblo de Dingli se puede contemplar una de las vistas más impactantes y de las caídas más verticales.

Otra fantástica vista es la de la isla despoblada de Filfla. La pequeña capilla de Santa María Magdalena, situada en el borde de los acantilados, representa el punto más alto de las islas maltesas, a aproximadamente 250 metros del nivel del mar. Bajo los acantilados, donde el terreno se inclina antes de caer en picado de nuevo, los agricultores han conseguido cultivar en pequeñas terrazas a lo largo de los siglos. Los acantilados se extienden más allá del pueblo de Dingli. Los que quedan al sudoeste incluyen las evocadoras cimas de Buxih, Fawwara, Ghar Lapsi y Munqar, que se levantan sobre las aguas de la Gruta Azul.

Los acantilados Dingli parecen emanar un encanto misterioso, sobre todo al anochecer en los días tranquilos de verano, en los que las puestas de sol pueden ser espectaculares.