Festivales anuales y tradiciones

Las islas maltesas tienen una serie de fiestas religiosas y eventos culturales que tienen lugar todos los años.

Los días festivos son el espíritu de las islas y algunas festividades religiosas se han convertido en fiestas nacionales, como Santa Marija (Santa María), a mediados de agosto. Otras, como el festival de la cosecha o L’Imnarja, que se celebra a finales de junio, forman parte del folclore maltés. Sin embargo, los eventos más importantes para todos los pueblos son sus propias fiestas, en las que rinden culto a sus santos patrones.

Las fiestas religiosas, como las Navidades y la Pascua, se celebran con gran fervor y tradición. En estas fechas las familias se reúnen con frecuencia, por lo que se refuerzan los vínculos familiares y se intensifica el sentimiento de comunidad. Los servicios eclesiásticos desempeñan un papel importante en Semana Santa y Pascua; son muchos los que acuden a la iglesia en tropel para las «siete visitas», la visita a los sagrarios de siete templos.

Las conmemoraciones festivas también representan una ocasión para comer, beber y pasar buenos ratos en los que florecen las raíces mediterráneas de los malteses. En Navidad y Pascua, las familias preparan copiosas comidas y dan gracias por todo lo que tienen. Durante estas fiestas, las calles se llenan de carritos que venden una gran variedad de comidas, dulces y manjares tradicionales.

Aunque este sea un archipiélago pequeño, la gente se siente orgullosa de su religión y sus iglesias, y recorre largas distancias para organizar y preparar las fiestas, ya se trate de una fiesta popular o de una fiesta cristiana universal. Independientemente de la celebración, los visitantes siempre son bien recibidos. No se pierda estas congregaciones para ver las islas desde dentro y conocer mejor la cultura maltesa y a sus gentes.

Incorporados recientemente, eventos culturales como el Malta Fireworks Festival, el Malta International Arts Festival, la Notte Bianca, el Malta Jazz Festival , el Malta World Music Festival y Mediterranea en Gozo se han convertido en tradiciones por derecho propio.