Cocina tradicional maltesa

La cocina maltesa tiene un carácter rústico, lleno del sabor y del color típico de una isla del centro del Mediterráneo. Nuestra comida está influenciada por la proximidad de Malta a Sicilia y al Pastizzi - a delicious snack Norte de África, pero con un toque especial que es nuestro.

La comida tradicional nos acompaña toda la vida; un vaso de vino local de sabor suave con amigos en un bar del pueblo se acompaña con unas aceitunas, algo de gbejniet (queso de oveja del país), zalzett (salchichas maltesas aderezadas con cilantro) con galletti (galletas maltesas) y algo de bigilla (paté de judías anchas) servido con pan maltés y aceite de oliva; o, si el día es frío, pastizzi (pastelitos rellenos de requesón especiado) son el complemento ideal para tomar con vino o café. En los días de verano, en la playa, se acostumbra a tomar hobs biz-zejt, un popular tentempié que se compone de una ancha rebanada de pan maltés crujiente untada con tomates rojos jugosos y con una capa de menta, cebolla, queso de oveja y anchoas por encima, todo ello regado con un delicioso aceite de oliva; sabe a sol, sabe a Malta.

En las frías noches de invierno se sirven tazones de menestra dorada, una sopa de verduras muy espesa que se sirve con pan maltés y aceite. El pescado fresco del mar Mediterráneo que rodea las Islas, cocinado directamente, es un rasgo que caracteriza a nuestra cocina, especialmente de la aljotta, una deliciosa sopa de ajo con pescado.

En los festivales de verano en los pueblos se pueden tomar en la calle productos dulces y comidas como el imqaret (pastel de dátiles) y el Qubbajt (turrón) mientras se ven los fuegos artificiales y se contemplan las procesiones. Se sirven comidas especiales para familias como Ross filforn (arroz cocido o al horno), Imqarrun (macarrones al horno) o Timpana (una pasta muy especial horneada en un recipiente de pasteleria). Después suele seguirse con platos de conejo o carne con patatas y verduras maltesas.

Los postres dependen de la ocasión; Figolli de Pascua (figuras rellenas de almendras), qaghaq tal-ghasel de Navidad (aros de miel), o simplemente una Cassata (bizcocho relleno de requesón con mazapán), algunos Cannoli (masa frita rellena de requesón) o cualquier otro de los muchos postres tradicionales, y galletas dulces, son aperitivos populares, perfectos para acompañar una taza de café fuerte.

– Matty Cremona, Gastrónomo de la cocina maltesa